Flamenco en España está de aniversario
El arte Flamenco cumple 10 años desde que fuera declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Un arte reconocido internacionalmente como icono de la cultura española y exportado, cada vez con mayor importancia, a países como Chile, Costa Rica o Japón, país en el que goza de una popularidad fuera de lo común.
Celebramos esta efeméride con un rápido paseo por sus inciertos orígenes y su agitada historia.

Un difuso punto de partida.
¿De dónde viene el Flamenco? Muchas son las hipótesis que existen para tratar de dar respuesta a esta pregunta. Entre los expertos, unas teorías gozan de mayor popularidad que otras, pero existe una respuesta que unifica toda posible hipótesis: el mestizaje de culturas.
El arte Flamenco se desarrolló en Andalucía (especialmente en zonas de Sevilla, Cádiz y Jerez de la Frontera), áreas de la Región de Murcia y parte de la comunidad de Extremadura y nació únicamente como cante a pesar de que hoy en día integra cante, baile y música. A pesar de que este desarrollo se fraguó en el sur de España, si atendemos a sus influencias visitaremos gran parte del globo: Desde los influjos de cantos gregorianos de las sinagogas judías hasta canciones populares y música tradicional de Andalucía pasando por ritmos y danzas africanas, cantos monocordes islámicos o la herencia gitana. Un crisol cultural indio (por el origen del pueblo gitano), árabe, cristiana y judía que hace casi imposible determinar un punto de partida claro de un arte tan complejo como bello que hace ahora 10 años, la UNESCO decidió proteger.


La edad de oro.
Existen referencias escritas que sitúan el nacimiento de este arte en el siglo XVIII, sin embargo, su gran momento, la edad de oro del Flamenco, no llegó hasta los últimos años del S.XIX.
Durante estos años el Flamenco había crecido en popularidad y gran momento se gestó gracias a tres factores principales: la competitividad, el profesionalismo y la unión de esencias. La competitividad llegó de la mano de Silverio Franconetti, un cantaor de ascendencia italiana y un gran prestigio en la época que decidió abrir en Sevilla el primer café cantante flamenco. Este tipo de espacios eran conocidos en la época como locales nocturnos donde se podía beber alcohol mientras disfrutabas de espectáculos musicales en directo, el escenario perfecto para dar rienda suelta a la competitividad que existía en ese momento entre las figuras del panorama flamenco y con la que tanto disfrutaba Franconetti. Esta competitiva situación puso de moda los cafés cantantes y de la popularidad se pasó al profesionalismo, poco a poco fueron surgiendo más y más cantaores profesionales que ponían en común sus influencias y estilos todo esto permitió unificar el género y ampliar repertorio.
Nuevamente, la fusión de culturas y estilos jugaba un papel fundamental para el flamenco, fue la clave de su origen y volvía a ser el fundamento de su profesionalización.

Silverio Franconetti.

"Café cantante".
Más tarde, ya en el siglo XX, se suele destacar también como edad de oro el periodo que siguió tras el declive de los cafés cantante: el periodo de la ópera flamenca. La denominación de “edad de oro” viene justificada por el éxito social y comercial que obtuvo el arte flamenco. Comercial porque la palabra ópera no venía de una relación con el género musical sino con una cuestión de tributación, ya que en esa época mientras el resto de espectáculos de variedades tributaban al 10% la ópera lo hacía al 3% y los promotores de flamenco decidieron tomar ventaja con esta hábil “estrategia”. Esta situación permitió una expansión rápida de los espectáculos (realizados en plazas de toros y teatros) y el arte se hizo más ligero, evolucionando algunos de sus palos (estilos de cante) y fomentando su popularización entre el gran público.
De la flamencofobia a la flamencología.
Durante el convulso período entre la Restauración y el inicio de la guerra civil, de 1875 a 1936, en España surgió un rechazo hacia el arte Flamenco. En la mayoría de grupos sociales surgieron movimientos argumentos en contra de este arte: desde las más altas élites del país que no veían con buenos ojos que a nivel internacional se ligara la identidad nacional del país con la cultura gitana y orígenes humildes hasta los revolucionarios de la clase trabajadora que lo criticaban por explotar la pobreza social, pasando por la Iglesia Católica que defendía que era un tipo de entretenimiento cultural masivo que conducía a la ruptura de las familias y de la patria o los intelectuales de la época que lo veían como una freno al progreso. Al fin y al cabo, el Flamenco fue para muchos el foco sobre el que poner su descontento ante los cambios ideológicos y estructurales que habían surgido con anterioridad y aquellos que se estaban fraguando.
Tras una época complicada llegó el momento (años 50) en el que el Flamenco comenzó a levantar un interés más allá del lúdico y comenzaron a surgir estudios antropológicos y musicológicos sobre este arte. También comenzaron a celebrarse las primeras ediciones de concursos y certámenes y se fundó la primera Cátedra de Flamencología en Jerez de la Frontera.
Fue así como en esta etapa y durante los años venideros el flamenco adquirió mayor oficialidad, se construyeron unos sólidos cimientos y ya existían colectivos preparados para defender este arte más allá de los escenarios.


Centro Andaluz de Documentación del Flamenco (Jerez)
Un arte para mostrar al mundo.
Seguro que tras estas breves líneas te apetece profundizar más en su historia, conocer acerca de su música, de los palos y sobre todos los elementos que lo conforman...




